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Todos nuestros colegas, amigos, conocidos, gremio, en fin todas aquellas personas que hemos decidido dar ese gran paso de dejar la estabilidad económica y hasta emocional por hacer realidad nuestros sueños, entenderán la frustración y retos por los que atravesamos. En esta ocasión hablaré de uno en específico y es cuando un cliente no valora nuestro trabajo y más allá de valorar se trata de ser justos.
En Flor de Lima nos distinguen tres valores y esta es una de las razones por las que Jesús y yo decidimos trabajar juntos, ambos creemos que son la base para iniciar una relación profesional y me refiero a ser honestos, transparentes y justos con tu socio, colaboradores, clientes, proveedores, colegas, con el entorno.
Lamentablemente hemos aprendido a las malas que no todos comparten estos valores.
Y bueno todo comienza con una llamada de urgencia por parte del cliente, el motivo: la decoración floral de un evento que según ellos salio de último momento, y por profesionalismo del equipo y ganas de trabajar decidimos aceptar el proyecto, no importando tener que ir a buscar flores a las 5 am o a las 10 pm, trabajar toda la noche y montar de madrugada y aparte de todo ajustándonos al presupuesto que el cliente tiene. Nada importa con tal de que nuestro trabajo y marca quede bien.
Y que les cuento, una vez hecho el montaje en tiempo y forma, no queda de otra que hacer todo el proceso administrativo para ingresar la factura y los que han trabajado con corporativos saben a lo que me refiero, puede ser un proceso interminable, pero otra vez nada de eso importa cuando tienes las ganas de hacer las cosas bien, de hacer que las cosas sucedan.
Sí, las cosas suceden de nuestro lado, pero ¿qué pasa con nuestros pagos?, en ocasiones nuestro contacto, esa persona que nos hizo una llamada de urgencia, ya no la volvemos a ver o tener contacto, y entonces ¿quién responde por el pago? Pueden pasar días, semanas, meses para ver reflejado el pago en nuestra cuenta. Se siente una gran impotencia, pues todo inicio es complicado y el flujo de efectivo es vital para seguir adelante, para seguir construyendo.
Así que clientes sean justos con todos los emprendedores.
Por Monserrat Medina
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