Mi verdadera pasión con el mundo de las flores comenzó hace varios años cuando me tope con un artículo que hablaba sobre Holanda y su gran potencial en producción y exportación de flores, nunca hubiera imaginado el poder e impulso que tiene Holanda sobre el mercado de las flores en el mundo.
Digo relacionaba Holanda con tulipanes y ya, y pues no.
Es por eso que quiero compartirles a través de este artículo toda la belleza y alboroto que hay detrás del negocio floral más grande del mundo.
Resulta que en este país se encuentra un poblado llamado Aalsmeer, una localidad de 30.000 habitantes situada a las afueras de Ámsterdam, aquí se encuentra un edificio enorme de 1.3 millones de metros cuadrado (wow ni siquiera me lo imagino) pero eso no es todo, en este lugar entran y salen diariamente 27 millones de flores al día!!!
¿Y saben por qué? ¿Alguna idea?
Una pista, este lugar es conocido como el Wallstreet de las flores.
En Aslsmeer se subastan millones de flores a todo el mundo todos los días. En este lugar se fija el precio mundial de las flores. La subasta la gestiona la mayor cooperativa de la industria, Royal Flora Holland, con más de 4.000 socios y una facturación de 4.700 millones de euros.
Sin duda es un paraíso floral, si tan solo de ir al Mercado de Jamaica aquí en la Ciudad de México muero de alegría de ver tantas flores, no me imagino ver millones de ellas en sus empaques; recién llegadas de todo el mundo; siendo las protagonistas más nobles y bellas del lugar.
Simplemente las amo, que puedo decir por eso decidí estar cerca de ellas.
Pero bueno regresemos a ese paraíso floral. Imaginen el olor de ese lugar, los colores y sobre todo el alboroto que hay a su alrededor ¿y saben por qué ese alboroto? Porque ellas tienen el tiempo contado, el es su peor enemigo, y a pesar de todo tienen que cumplir su propósito: llevar emociones, alegrías, y su belleza a cada rincón del planeta.
Por Monserrat Medina
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