UNA HISTORIA DE FLORES Y SUEÑOS...
- FLOR DE LIMA
- 16 jul 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 18 oct 2018

Nunca hubiéramos imaginado que nuestras vidas estuvieran rodeadas de flores.
Tanto Jesús como yo teníamos el sueño de iniciar nuestro propio negocio, soñábamos con una independencia financiera, una manera de aportar más a nuestro país, pero sobre todo queríamos estar rodeados de colores, texturas, tendencias y de todo aquello que estimulara nuestros sentidos, en donde pudiéramos crear con las manos y la imaginación.
Nuestra historia comienza hace más de dos años, ambos nos encontramos en una certificación de diseño floral, yo lo hice por hobby y por encontrar mi verdadera pasión y Jesús porqué siempre supo que las flores estarían en su vida. Jesús y yo apenas cruzamos palabra en aquella ocasión, pero desde ese entonces tuvimos una conexión especial.
Fue un año después que de la nada sonó mí teléfono, número desconocido, (nunca tomo llamadas así pero esa vez lo hice), esa llamada cambio nuestras vidas, en esa ocasión Jesús y yo vibramos muy bien y después de platicar nuestros sueños y anécdotas decidimos caminar juntos hacia un solo objetivo, hacer de Flor de Lima algo grande.
Hoy Flor de Lima es nuestra vida y con dos años recién cumplidos hemos pasado de todo: tropiezos, fracasos, éxitos, aprendizajes, peleas, sonrisas, lágrimas y sobre todo hemos crecido personal y profesionalmente. Hoy nos sentimos más seguros y esa seguridad se ve reflejada en Flor de Lima hoy sabemos que nuestros diseños no son para todos, hoy sabemos identificar nuestro mercado, hoy le damos un valor a nuestro trabajo. Y también tenemos claro que para crecer debemos ser recíprocos; con tus clientes, colegas, personal, socios, proveedores, con la sociedad y hasta con el medio ambiente.
Todos los días trabajamos por ser diferentes y para ofrecer un verdadero valor agregado a nuestros clientes y es que ese valor solo lo podemos dar cuando conocemos realmente a nuestros cliente, cuando vivimos y sentimos como ellos, y eso es lo que nos ayuda a brindarles una experiencia, un recuerdo.
Por Monserrat Medina
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